La cerveza y la ginebra son las bebidas alcohólicas más conocidas de Amsterdam. Si uno viaja a la capital holandesa, puede degustar varias clases de estas dos bebidas.
Los holandeses son grandes bebedores de cerveza, pero también excelentes productores. Además, a grandes rasgos cabe distinguir los siguientes tipos de cerveza:
– La pils o lager, que supone el 85% de las ventas. Además, hay que mencionar la Kroon Pills. Son ideales para calmar la sed: frescas, ligeras y entran bien.
– Las cervezas rubias, más finas y con más gusto que las anteriores. Algunas de éstas se producen en abadías, como las Chirstoffel de Limbourg o La Trappe de Brabante.
– Las cervezas de temporada, de carácter efímero, producción artesanal y con cuerpo. Algunas cervezas de invierno, turbias y sin filtrar, tienen entre 9º y 10º, como la Columbus o la Jopen Koyt.
Se pueden degustar auténticas cervezas holandesas en los famosos «cafés negros» o visitar el Arendsent en Amsterdam. Sea como sea, la tradición exige que para tirar una cerveza se forme una corona de espuma que debe medir dos dedos de alto.
Por otro lado, la ginebra es algo así como la bebida nacional del país. Cabe distinguier entre la jong, la oud y la zeer oud, que varían en sabero y aroma. Su nombre proviene de jenever, fruto del enebro, pequeña baya de color violeta. Los holandeses toman una media de más de tres litros por año y por habitante.
El aperitivo por antonomasia es el jonge genever (ginebra de 38º); suele mezclarse con angostura o con frutas como grosella, mora, fresa y limón. La ginebra se sirve helada en un vaso con forma de tulipán, el borrel. En Amsterdam, podréis degustarla en los proeflokaalen; el más célebre es el café De Drie Fleschjes. Además, hay una gran selección de buenos licores, así como el Advocaat (licor de huevo).
Foto vía Holanda por descubrir
