En el siglo XVIII se llevó a cabo el tercer ensanchamiento de la ciudad de Amsterdam y se planificó la construcción de tres islas artificiales sobre el Ij que servirían para alojar los astilleros y las instalaciones portuarias, como los almacenese para guardar la carga de grano, tabaco, vino, sal, arenques, anchoas brea que llegaba en los barcos de tierras lejanas.
De ahí que muchos de los canales de las islas tengan hoy nombres como Zoutkketsgracht (barraca de sal), Bokkinghangen (arenque ahumado colgando), Nieuwe Teertuinen (nuevos jardines de brea) o Silodam (la presa de Silo). En una de las islas se instaló y funcionó durante años la industria tabaquera BATCO.
Muchos trabajadores de las fábricas y los astilleros se instalaron en las islas. Antes de la Segunda Guerra Mundial, los astilleros y el resto de edificios industriales se trasladaron a las afueras de la ciudad y las islas quedaron prácticamente vacías.