Un paseo por el arte y la antigüedad en Amsterdam

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En Amsterdam se puede pasear por muchos lugares maravillosos. Uno de lo pasará muy bien paseando entre los canales de Amsterdam mientras se empapa de su arte y sus antigüedades.

En esta ocasion, la ruta coienza en el margen norte del Herengracht, luego se gira a la izauierda y se camina una manzana y media, pasando por el puente de Utrechtsestraat, hasta el número 605.

Así, se llega al Museum Willet Holthuysen, una bella y bien conservada mansión, construida en 1867. Alberga una magnífica colección de muebles y porcelana, legado de sus propietarios del siglo XIX, Abraham Willet y Louisa Geertruida Holthuysen, que donaron la casa y su extensa colección a la ciudad.

Las habitaciones  son preciosas, en especial el comedor Luis XVI. La colección de porcelana de Delft de Abraham se expone en un bello dormitorio pequeño con vistas al recóndito jardín. Su gusto por la pintura era menos refinado; solo algunos de los cuadros expuetos merecen un vistazo detenido.

Desde este museo, se gira a la izquierda y se camina media manzana por el Herengracht hasta el río Amstel. Pocos pasos a la izquierda se encuentra el famoso Blauwurg (puente azul). Se cruza el puente y, ya en la otra orilla, se cruza la calle.

A su izquierda se encuentra el enorme Muziektheater. Se pasa por delante y se gira a la izquierda entre los coloridos puestos del mercadillo de Waterlooplein.

El arte y las antigüedades de este mercado al aire libre de corte hippy pertenecden sin duda alguna a la contracultura. Si tiene ojo de coleccionista para los vinilo antiguos, necesita completar su ropero con una vieja chaqueta de piel o un surtido de complementos étnicos o busca un auténtico arte sicodélico de la década de 1960, éste es el lugar perfecto.

Por último, cerca de este mercadillo hay muchso bares y cafés donde se puede admirar las compras hechas o bien arrepentirse de ellas. Por aquí pasan varias líneas de Metro y tranvía y el Museum Boat.

Foto vía El Bibliomano