Cuando uno viaja a Amsterdam además de visitar sus monumentos y sus museos, puede disfrutar con una serie de actividades de índole deportiva. Una de ellas es patinar sobre hielo por los canales de la capital de Los Países Bajos.
Cuando los canales de Amsterdam se hielan en invierno (lo cual no pasa bastante a menudo) todo el mundo sale a patinar. Los lagos y los canales se llenan de patinadores de todos los rangos de edad.
Sin embargo, hay que tener cuidado con esta actividad. Cada año hay gente que cae una grieta y se ahoga, de modo que no hay que confiarse a menos que se vea un numeroso grupo de personas patinando sobre el hielo de los canales o los lagos. Los bordes y las zonas bajo los puentes son peligrosos porque muchas veces no se hielan lo bastante.
Los patines se alquilan en las pistas de patinaje. Hay patines de hockey sencillos desde 50 euros en grandes almacenes y tiendas de deportes. Los patines de hockey son los mejores para los principiantes, porque los de patinaje artístico son complicados de dominar.
Por su parte, los patines de velocidad cargan muchos los tobillos, pero son, sin duda alguna, los preferidos para las salidas serios y a gran velocidad. Los patines de madera que se atan debajo de los zapatos se pueden hallar a buen precio en tindas de antigüedades o de segunda mano. Dan un aspecto un poco raro, pero no hay que confundirse: si están afilados, se moverán como el viento. Además, resulta un recuerdo estupendo.
El Ijcomplex Jaap Eden, en el barrio oriental de Watergraafsmeer, tiene pistas interiores y exteriores. Se puede llegar en el tranvía número 9 a Kruislaan / Middenweg. Además, en invierno se puede patinar en el estanque helado de Museumplein.
Foto vía Absolut Amsterdam
