Un paseo en bicicleta por la arquitectura de los muelles de este

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Os planteo un divertido paseo en bicicleta para ver la arquitectura de los muelles del este de Amsterdam. En primer lugar, se comienza conociendo el histórico Lloyd Hotel. Luego, según se gire hacia el sur se empezarán a ver modernos bloques de pisos angulares.

A continuación, al rodear el final de la isla  y entrar en Stokerade se tiene un gran vista de Scheepstimmermanstraat, una fascinante colección de viviendas a cuyos dueños se les dio la libertada de desarrollar sus propios diseños y que conforma el grupo de casas más colorido y diverso del barrio.

El siguiente hito en el camino es el Puente Rojo. Aunque sea imposible conducir una bicicleta sobre él (uno apenas puede cruzarlo a pie), la visita merece la pena. Tras echar un vistazo, hay que dirigirse al otro puente rojo que se ve a lo lejos, en la esquina de Stuutrmankade con Kwatermeesterstraat, y que llevará al ciclista enseguida al otro lado.

El puente peatonal llega al edificio de apartamentos, el punto de referencia de Sporenburg Eiland. Desde aquí hay que hacer una curva cerrada a la izquierda y luego girar a la derecha para encontrarse en el Verbingsdam a KNSM Eiland, llamado así en honor a la Real Compañía Naviera Neerlandesa.

Una vez sobre el puente hay que seguir el sendero de la derecha hacia Levantkade. Los numerosos edificios negros a la izquierda conforman el complejo de viviendas Piraeus.

Continuando alrededor de la ensenada en Levantplein, se llega a Barcelonaplein, con su puerta de hierro forjado abarcando toda la altura de la fachada. Siguiendo Levantkade hasta el final se llega al complejo de vivendas Venetië. Este anillo gigante de blancas casas unifamiliares se encrespa con balcones, miradores y espacios vacíos para crear una sensación de espacio y cómoda asimetría.

El circuito prosigue hacia el oeste a lo largo de KNSM-Laan. Los edificios de apartamentos deben su nombre a los filósofos griegos, lo que da un significado totalmente nuevo a la palabra neoclásica.

Por último, la senda acaba cerca de Jan Schaeferbrug, un puente cuyo nombre viene de un concejal activista famoso por la frase «no se puede vivir de la charlatanería». Se puede cruzar el puente de vuelta a Piet Heinkade.

Foto vía El Pais que nunca se acaba