En el casco antiguo de Ámsterdam, existen varios lugares que merece mucho la pena visitar y conocer durante un viaje la capital de Los Países Bajos. En esta ocasión, nos vamos a fijar en dos de ellos.
Enfrente del Koninklijk Paleis cruzando la Plaza Dam, se alza el Nationaal Monument, el Monumento de la Liberación Nacional. Se trata de un obelisco de 22 metros en honor de los soldados caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
Construido en el año 1956, este obelisco simboliza a la humanidad sufriendo por los desastres de la guerra. Está flanqueado por dos leones heráldicos que representan a Los Países Bajos, en tanto que en su interior se conservan 12 urnas con teirra de las 11 provincias del país y de Indonesia, colonia holandesa hasta 1949.