El Rokin, el paseo del sábado

Era, en otros tiempos, el paseo favorito de los burgueses a lo largo de la dársena interior, una especie  de Campos Elíseos de Amsterdam donde se agrupaban los establecimientos más prestigiosos: los grandes bancos, los mejores diamantistas, los anticuarios más famosos o la casa Hajenuis, fabricante de cigarros puros desde 1826. Todos tenían por clientes cabezas coronadas.

Hoy en día, la dársena se ha rellenado para dar paso a los automóviles y los tranvías, y las tiendas más populares se ha unido a las precedentes. Vamos a pasear por este barrio de Amsterdam.

1º. Munttoren (La Torre de la Moneda):

Se halla en Muntplein, 12. Sobre los restos de una antigua puerta de la ciudad, Hendrick de Keyser elevó en 1620 una torrer barroca de madera con un carillón que suena cada cuarto de hora. En la minúscula tienda que hay en la planta baja se encuentra cerámica auténtica de Delft y Makklum, tanto reciente como antigua.

2º. Bloemenmarkt (Mercado de las flores):

Las barcas de los comerciantes de flores, definitivamente amarradas en el Singel, constituyen un mercado flotante de gran colorido. Los puestos de ramos de flores, cortadas o secas, los preciosos bonsáis y los montontes de bulbos constituyen un espectáculo inolvidable.

3º. Café De Jaren (Nieuwe Doelenstraat, 20-22):

El más moderno de los grandes cafés, un diseño de Onno de Vries, es un bello espacio luminoso, situado a orillas del Amsterl. En cuanto empieza el buen tiempo, las mesas de la amplia terraza flotante son motivo de disputa.

4º. Staalstraat:

Esta calle llena de encanto franquea dos canales gracias a los puentes levadizos. En ella se han instalado muchas tiendas, entre otras la librería de arte Nijbot & Lee y la confitería Puccini. En el número 7b, una bonita casa de aguilón es el antiguo mercado del paño, sede del gremio de pañeros retratado por Rembrandt.

5º. P.G. C. Hajenius (Rokin, 92-96):

Se trata de toda una institución en Amsterdam. Madera oscura, mármoles, lámparas y accesorios en el más puro estilo art déco sirven de escenario a la prestigiosa casa Hajenius, que fabrica desde hace 170 años cigarros puros con sutiles mezclas aromáticas.

Foto vía Tripadvisor