Detrás de la plaza de Dam se extiende un tejido de calles a orillas de pequeños canales, surcadas por negocios de prostitución, sex-shops, espectáculos pornográficos, coffee-shops y tiendas de drogas. Es el barrio que no duerme nunca y que tiñe la noche de rojo con los neones colorados de la prostitucón. Es, sin duda alguna, uno de los barrios más visitados de toda la ciudad.
Los ingleses conocen al Barrio Rojo como el Red Light District, pero los holandeses llaman a este barrio De Wallen (Las Murallas), ya que pertenece a la parte vieja amurallada de la ciudad. Es el mejor ejemplo de que todo (casi todo) está permitido en Amsterdam.
El barrio existe desde tiempos inmemorables, cuando esta zona estaba protegida por murallas de paja y madera. Más que murallas, se trataba de empalizadas que protegían la ciudad de los ataques y del mar. No cabe duda de que en este pueblo de origen pesquero, uno de los primeros gremios que instaló a orillas del mar fue el de las protistutas.
De Wallen ha conservado aún este carácter gremial, pues la prostitución es legal en la ciudad y todas las protistutas tienen seguros médicos y derecho a pensión. Lo más llamativo de la zona no es solamente el contenido del comercio, sino la manera de exponerlo.
Así, las prostitutas se exhiben en grandes ventanales y escaparates desde los que reclaman la atención de sus potenciales clientes. Muchos de ellos son simples turistas que pasean tranquilamente por la zona, con más curiosidad y asombro con apetito sexual. No está permitido hacer fotos, por respeto a la intimidad de las prostitutas.
Una buena manera de conocer los entresijos de este barrio es a través de Prostitutie Informatie Centrum (Enge Kerksteeg, 3), el centro de información de la prostitución, una iniciativa de uan exprostituta, Mariska Majoor, que se ha convertido en uno de los más grandes exponentes del feminismo en Holanda.
Este centro ofrece información sobre el barrio y visitas guiadas, así como la visita turística al interior de unos de esos famosos escaparates. Conocido popularmente como el PIC, ofrece además un servicio de asesoramiento a prostitutas, ayuda financiera, etc.
Foto vía Sobre Holanda