El Museo Hermitage pone en marcha una exposición sobre la porcelona rusa

porcelana rusa en el hermitage

El museo Hermitage de Amsterdam celebra su quinto aniversario con la magnífica  exposición «Cena con los zares», que enseña  más de 1.000 piezas de porcelana que pertenecieron a los zares de Rusia entre el siglo XVIII y XX.

El visitante podrá conocer cómo eran los banquetes a los que asistían los emperadores rusos de la época, a través de un completo recorrido que exhibe piezas únicas producidas por los más destacados fabricantes de porcelana de hoy en día como  Sèvres (Francia), Wedgwood (Reino Unido), o Meissen (Alemania).

La porcelana surgió por primera vez en China en la época de la dinastía Shui (581-617), fue por ello que este material se convirtió en una de las principales exportaciones de ese país asiático en aquellos años.

Hasta el siglo XIV; Europa no descubrió  el secreto de su producción, cuando Prusia, Austria, Francia y Rusia comenzaron a producir la porcelana.

La colección de porcelana europea que se puede ver en ese museo  pertenece a una mayor del Hermitage de San Petersburgo que está formada  por más de 15.000 piezas que fueron elaboradas entre 1745 y los años anteriores a la Primera Guerra Mundial. Todo ello hasta el 1 de marzo de 2015.

El visitante puede contemplar la atmósfera del día a día de la corte rusa a través de  la historia de los banquetes y los bailes típicos de aquella época. Asimismo, se puede observar como  se organizaban las salas para los banquetes, cómo se preparaban las mesas y cómo la decoración de estas mesas fue cambiando a lo largo de los años que transcurrieron durante las dinastías de los zares.

Asimismo, esta exposición cuenta  la historia de los bailes extravagantes y los banquetes más espléndidos del reinado de Catalina la Grande (1762-1796), cuando un gran número de platos eran servidos en un solo banquete y miles de invitados asistían a los bailes.

También se puede ver  un amplio rango de piezas, no solo las vajillas, sino también la cubertería, cubiteras para las botellas de licor, copas de helado, figuras de mesa o los saleros. Por último, introduce al visitante a las costumbres culinarias típicas imperiales, unas cenas donde los banquetes se componían de más de  300 platos.

Foto vía Pulso Diario de San Luis