Dos notables restaurantes en el Hotel W de Ámsterdam

Cerca de la Plaza Dam (concretamente en Spuistraat 175),  la compañía Starwood Hoteles & Resorts Worldwide acaba de abrir al público el hotel W Ámsterdam que estimula el corazón de esta bella ciudad que con tantos hitos turísticos deleita a los viajeros.

El carácter ‘W’, símbolo de la marca, luce en la fachada  de uno de los dos edificios históricos transformados en un lujoso y moderno hotel de diseño y exquisito servicio: ‘Whatever, Whenever’, lo que quieras, donde quieras, pero siempre, claro está, dentro de la legalidad.

Restaurante del Hotel W de Ámsterdam

El último piso del hotel contiene  la recepción y bienvenida de huéspdes,  el bar-cafetería y el recién estrenado, MR PORTER, un atractivo restaurante.

La cocina a la vista y las cámaras frigoríficas transparentes evidencian que las carnes en sus diferentes cortes son los protagonistas de la carta. Además, sobresale la carta de postres obra de un chef holandés, Peter Scholte, con lujos clásicos  como el milhojas o el tiramisú. Por su lado, el bar restaurante abre  desde el desayuno, con un gran  bufet y platos a la carta, hasta las cenas que concluyen  con cócteles al ritmo de un DJ.

A continuación, se cruza la calle para acceder al otro edificio que alberga  el XBANK, un novedoso espacio que trata de ser un punto de encuentro de artistas. Asimismo,  desde el pasado mes  junio, THE DUCHESS se ha convertido en uno de los restaurantes de moda de Ámsterdam. Hay que reservar mesa para disfrutar de la comida en las lujosas vajillas, la selección de cócteles y champanes así como el delicioso menú de las comidas y las cenas que se inspiran en los sabores de Italia y el sur de Francia.

La carta de este restaruante es amplia y tan atractiva como el escenario. Cuenta con destacadas recetas ligeras con productos mediterráneos. También sobresalen los mariscos y pescados, así como las carnes y pastas frescas

Por último, en este restaruante, se recomienda pedir como poster la singular  ‘explosión de chocolate’, una deliciosa bola de chocolate que se hace añicos al romperse contra el plato, así se descubren coloridos macarons, bombones y caramelos sobre un fondo de brownie desmigado. Toda una maravilla.